El síndrome de sjögren es complicado de diagnosticar, debido a que presenta
muchos síntomas... distintos... imposibles de demostrar ya que es invisible....
El paciente parece estar bien, a simple vista, pero puede sufrir sequedad ocular, de boca, y en las demás mucosas del cuerpo que necesitan humedad.
Puede presentar dolores musculares, articulares...cansancio extremo.
El paciente puede tener molestias gástricas...todos estos síntomas
en conjunto o por separado pueden no significar nada para un médico.
Cómo el síndrome de Sjögren suele vincularse a la edad de 40 años en adelante,
es incompatible además hablar de él a la edad de 25 años.
Cuando tus síntomas aparecen a partir de los 40 entras en el falso diagnostico de la menopausia,
y si sigues insistiendo sobre el tema
te etiquetan de hipocondríaca, vaga, depresiva, psicológicamente enferma.
Lo que para mi no tenía explicación
era que era incapaz de volver tragar la comida...
No me picaban ni me dolían los ojos, ni me dolían los huesos,
ni sentía fatiga...
simplemente no podía deglutir alimento...
alimento que me da la vida,
sea por el motivo que fuera, un médico
no podía dejarme en ese estado...
Lo peor era que yo sentía mucho hambre,
pero no podía ni con líquidos ni sólidos,
a la dificultad física de deglutir
se habían sumado mis miedos a los anteriores
episodios en los que la comida me había hecho
pasar malos ratos...
Pero cómo acercar el diagnóstico de Síndrome de Sjögren
a estos datos: Paciente de 25 años de edad, dice que no
puede tragar, diagnóstico: "globo histérico",
se le medicará con antidepresivos.
Llegué a tomar solo medio antidepresivo y fue suficiente
para saber que podía comer menos aún,
mi estado nervioso se había disparado.
Recordando aquellos días, siento pena por mi... porque
estaba pasando mucho hambre y no había platos con los que
pudiera alimentarme bien.
Pasé por tantas fases de alimentos, probaba con sopas, potitos,
leche, licuados... para mi lo ideal hubiera sido comer
una hamburguesa de esas que preparan en Mc Donald,
pero no podía ni empezarla, era para mi una tarea
estresante , gastaba más calorías tratando de deglutirla
que la que consumía...
Sobrevivía, día a día, eso era sobrevivir, comiendo mal,
iba por el camino de la desnutrición, lo más fácil para mi
eran los dulces remojados en leche, bollería que tenia más
sabor y me daba azúcar para no desmayarme.
Mi nuevo médico Miquel, me recibía casi todas las semanas
me escuchaba, pero con los estudios que me habían hecho,
no podía deducir nada más...
llegaron a mi los ansiolíticos...me recetó 3 por día,
era claro, tenia ansiedad por aquella situación y pasando hambre
mi ansiedad se disparaba...Diré que los ansiolíticos, a pesar
de ser una droga difícil de abandonar, me ayudaron a dar unos grandes
pasos con respecto a mi alimentación...
Es terrible pasar por esto. No saber si al final está pasando algo. No tener un pronóstico de una enfermedad a veces no ayuda al paciente que necesita saber para donde correr.
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